ELA te sacude y…
Noemi es el nombre de la protagonista de esta historia que te voy a contar.
Es complicado no repensar sobre la vida cuando lees las palabras de Noemí, otros lo sufren, pero ella ha llegado hasta mi red. La vida es tan complicada y tan difícil de poner en nuestra cabeza que lo que hacemos es vivirla de manera continua, como el fluir de un río. Nunca pensamos que se detiene ese fluir y en ese momento el agua deja de tener sentido en el cauce del río, se detiene y se estanca.
Es difícil que esa agua estancada no se pudra y deje de ser un lugar para albergar la vida de tantos seres vivos.
Personalmente, con los años vividos he podido comprobar que acompañar en el sufrimiento te transforma porque te vas pegando al dolor, en la medida que acompañas. Sin embargo, vivir en carne propia el sufrimiento es diferente porque la carcel del dolor no es un lugar sencillo.
Los ojos de Noemí me han impactado, reconozco que en esos ojos visto reflejado otros muchos momentos de mi vida, contemplando el dolor el silencio de la persona que quieres. Noemí con esos ojos bonitos, profundos y acogedores me han dado esperanza porque si ella es capaz de seguir transmitiendo luz con su vida quiere decir que mi vida sigue siendo el mayor tesoro a compartir con los que me rodean.
Te invito a leer a Noemí en el enlace adjunto, seguro que te detiene el agua de tu cauce, pero en esta ocasión será un lugar que podrá albergar más vida.
Poco que añadir…si, ánimo y sigue viviendo, compartir mi tiempo contigo, aquí es tener esperanza dentro de mí. Gracias por tu mirada.
